Hace poco vi una de esas películas que te remueven el alma. Las películas duras, que muestran una realidad que quizás pueda pasarte o quizás no, pero te llega y te choca. Hoy vengo de hablar de esas películas que necesitamos para ver el mundo de otra manera. Para vivir, a veces necesitamos las películas. El género del cine nunca puede morir. Hablemos y analicemos pues, la película Redención.
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Para contaros un poco de la película antes de ponerme filosófico, Redención trata la vida de un boxeador llamado Billy Hope, el cual es el número uno del mundo. Un hombre que fue huérfano y se crió en la pobreza. Pero en el orfanato conoció a la mujer de su vida, Maureen, la cual le ha dirigido todo de toda su vida tanto profesional como personal. Ahora son muy felices con una hija pero todo cambiará cuando aparezca el personaje de Miguel retándole. Suelto un pequeño spoiler así que si no queréis saberlo... ¡Abandonad! Bueno, sigamos. Ocurre un accidente donde Miguel se encara con Billy y empiezan a pegarse. La mujer se aparta pero recibe un disparo del socio de Miguel. En ese mismo instante se le vino el mundo a bajo a nuestro protagonista. Pierde a su mujer, perderá a su hija por llegar borracho a casa y descuidarse de ella, e incluso perderá su trabajo. Entonces tendrá que volver a pelear por su vida y recuperar todo lo que perdió. Os dejo el trailer en la siguiente imagen y de verdad os animo a pasaros.
La película es excelente. Tiene un reparto exquisito y una historia que conmueve. El actor Jake Gyllenhall está fantástico. No quiero dedicar este post a analizar esta película pero es importante mencionarla ya que es la que me ha empujado a escribir hoy. La película recorre una situación que nadie desearía. Toda la trama se resume en un camino de fuerza humana para volver a nacer que es increíble. Es una de esas películas que, sinceramente, no me llamaban mucho la atención, pero esconde tanta realidad en ella que enseña cosas de la vida de una forma sorprendente. Todo puede pasar, tanto a ti que estas leyendo esto como a mí. La vida es maravillosa porque siempre es imprevisible, puedes vivir momentos felices y momentos donde desees morir, como el actor de la película. Pierdes a tu mujer, te quitan a tu propia hija y te desprecían como a un animal. Momentos que no prevees y te cambian la vida en cuestión de minutos. Esta película me ha mostrado cómo puedes estar en la cima y chocar con el suelo en un abrir y cerrar de ojos. Ya no se trata de perder todo, se trata de cómo todo puede ser tan inesperado y pasar tan rápido. Ahora mismo, esas cosas nos pueden pasar. No tiene que haber un tiroteo como en la película, simplemente un mal giro o un reflejo de otro coche puede provocar un accidente y arruinarte la vida. Hay tanto sentimiento en esta película que, aunque sea todo triste, sirve para enseñar cómo todo sucede tan deprisa. No quiero recaer de nuevo en estas frases pero sinceramente, me chocó tanto todo lo que le sucedió al protagonista que de verdad puede ocurrirnos a cualquiera el día de mañana.
A parte, en esta película se esconden muchos otros temas, no solo la muerte y pérdida de un ser querido o de tu trabajo. Encontramos una parte de superación, de tirar de alma y orgullo para luchar por recuperar a tu hija y lo que te pertenece. Es una fuerza que no muchos consiguen, pero que aquel que de verdad quiera, puede levantarse y luchar. El protagonista deseó morir, pero poco a poco se da cuenta que debe seguir adelante. Ese es otro de los mensajes claves. Avanzar. Continuar. Buscar aquello que nos motive y en lo que nos podamos apoyar para seguir en el ring. Seguir combatiendo por nuestra vida. Sé que soltando las frases así parece lógico de pensar ya que el protagonista es boxeador, pero quiero llevar esas frases más allá de su situación y hacerlas presentes en las situaciones de cualquier persona. Todos tenemos un ring, nuestra propia vida puede serlo, y por muchos palos que recibamos debemos encontrar la forma de seguir. Muchos no pueden, muchos ni lo intentan, pero siempre hay esperanza. Vaya, eso ha sonado demasiado a Star Wars, pero creo que lo entendéis.
En resumen, quiero dejar claro que el mundo a veces necesita películas así, películas que nos enseñen otros puntos de vista, otras situaciones que no hemos vivido pero que pueden suceder e incluso que hay personas que las han vivido. Hoy doy gracias al cine por mostrar tantas historias que conmueven y enseñan al espectador cosas de la vida.
Hasta aquí el post de esta semana. Es algo diferente a lo que suelo traer, pero me ha gustado mucho escribirlo y expresar mis pensamientos y espero que os haya gustado. Pronto volveré con más análisis y si queréis decirme algo ya sabéis... ¡Siempre sois bienvenidos a comentar!
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